Las necesidades de almacenamiento digital de las empresas son enormes. No solo hablamos de necesidades cuantitativas, como espacio de almacenamiento, la variabilidad de las fuentes de datos o velocidad de adquisición de estos, como sucede cuando trabajamos con Big Data. También hemos de preocuparnos por la seguridad y tener en cuenta las normativas de protección de datos. En cada vez más escenarios, la solución no son los tradicionales discos duros. Para el sector empresarial, existen dos soluciones, diferentes, pero complementarias, que nos ayudan a mantener los datos seguros frente a desastres externos o errores internos. Son las arquitecturas NAS y SAN, de las que hablamos a continuación.
Las grandes empresas pueden disponer de ambas soluciones, aunque en la mayoría de los casos, los requerimientos en cuanto a almacenamiento junto con las restricciones en los presupuestos harán que haya preferencia por una u otra solución.
El volumen de información que actualmente gestionan las empresas hace totalmente necesario disponer de soluciones de almacenamiento fiables, escalables y optimizadas. No se trata solamente de disponer del espacio necesario, sino de que esté preparado para posibles crecimientos y siempre disponible para el uso corporativo.
Además, las soluciones de almacenamiento son la parte más importante dentro de un entorno virtualizado de TI, ya que albergan todas las máquinas virtuales corporativas, siendo por tanto el elemento más crítico.